En el siglo XIX se encuentran los pilares de la perfumería que conocemos hoy en día y está marcado por el surgimiento de marcas de perfume más exclusivas que perduran en la actualidad. A principios del siglo XX, Jacques Guerlain creó dos perfumes de la familia Chrypre, aunque fue François Coty, considerado el padre de la perfumería moderna, quien popularizó la familia olfativa del mismo nombre cuando lanzó un perfume llamado “Chripre”. Coty junto con Lalique convirtieron el perfume en un artículo de lujo que vendieron en todo el mundo.
En los felices años 20 las mujeres se fascinaban con los perfumes que incluían aldehídos, ya que aportan mucha frescura a las composiciones. En 1921 nació la emblemática Chanel Nº 5 que incluye cinco tipos de estos compuestos orgánicos. En la década siguiente florecieron las fragancias de “cuero” y empezó una relación que ha perdurado en el tiempo: la de la moda y el perfume.
En los años 50, la mayoría de las firmas de alta costura desarrollaron singulares perfumes, lo que afianzó esta unión entre la moda y la perfumería. En ese momento el uso del perfume creció exponencialmente gracias a dos factores: el primero es que todas las clases sociales tuvieron acceso a este producto gracias a la democratización de este artículo, que hasta ese momento había sido considerado de lujo, y el segundo factor es que se crean las primeras eaux de toilette masculinas, ya que los hombres empezaron a interesarse en incorporar fragancias a sus rituales de higiene.
En los años 60 y 70 el patchouli se popularizó, convirtiéndose en símbolo de un estilo de vida alternativo en el que imperaba el mítico lema “paz y amor”. En la década siguiente este escenario cambió drásticamente. Los perfumes que dominaron los años 80 eran más potentes y se centraban en la exaltación del cuerpo del hombre. A la misma vez, las mujeres, cada vez más presentes en la actividad profesional, también apostaban por fragancias intensas.
En la década de los 90 tuvo lugar un hito en la historia de la perfumería. Se desarrolló un perfume que apostó por desdibujar la marcada barrera de género, creándose así el primer perfume unisex de nuestros tiempos: CK One. También fue en este periodo cuando Mugler creó Angel, un perfume de la familia oriental que incluye una nota de praliné y es considerado como el nacimiento de la familia Gourmand.
A principios del siglo XXI, el perfume ha continuado expandiéndose, llegando al mundo de las celebridades. Hay muchos actores y cantantes que han lanzado sus propios perfumes y otros que se han convertido en embajadores de prestigiosas marcas.
Actualmente las marcas más emblemáticas siguen ampliando sus gamas de perfumes, ofreciendo diferentes concentraciones. Algunas lanzan al mercado “flankers”, es decir, fragancias nuevas que comparten ciertos atributos, incluido el nombre, con otras ya existentes de la misma marca. Se trata de versiones de la primera que podríamos denominar como “secuelas”.
Por otro lado, desde hace unos años, la industria de la perfumería amplía la gama de artículos que ofrece al consumidor. Se fabrican otros productos cosméticos perfumados con la misma fragancia del perfume, entre los que destacan geles, desodorantes y lociones corporales. Los estuches que incluyen uno o más productos constituyen una opción de regalo que cada vez se presenta con diseños más espectaculares.
Recientemente han surgido fragancias exclusivas que son conocidas como perfumería de nicho. Este modelo de negocio nació en países con gran tradición histórica en el mundo de la perfumería: Francia e Italia. Estas creaciones utilizan ingredientes excepcionales que suelen tener un precio elevado; entre los que destaca el “oud”, conocido como el “oro negro” de los perfumistas. Se trata de volver a recuperar los valores de la perfumería tradicional de lujo que se han perdido debido a la expansión de las grandes marcas. Esos valores son principalmente exclusividad, calidad y artesanía. Se llaman de nicho porque cubren un pequeño hueco de mercado, por lo que sus tiradas son de pocas unidades y se suelen vender en lugares anecdóticos. Otra de sus características más genuinas es que no invierten en publicidad.
Gracias a la evolución de la tecnología, ha nacido la perfumería molecular, abriendo un universo infinito de ingredientes que permite, no solo recrear las esencias naturales, como las flores, sino también evocar algunos olores como el agua del mar o deliciosos dulces. La variedad se observa también en las múltiples combinaciones a la que esta extensa gama de ingredientes da lugar. Algunas moléculas son tan sofisticadas y costosas que se valoran como verdaderas joyas en sí mismas, sin necesidad de mezclarse con otras. La tecnología sigue dando pasos y ha desarrollado la inteligencia artificial que ayuda a los perfumistas con pruebas y procesos de pesado. Por supuesto, sigue habiendo tareas para las que la nariz humana es insustituible.
A lo largo de estos años, la diversidad que encontramos en las fragancias se hace extensible a los packagings primarios y secundarios. Vivimos una explosión de creatividad tanto de envases como de estuches. Se crean lujosas botellas con formas de torsos humanos, zapatos, bolsos, barras de labios, y packagings con materiales extravagantes que simulan, entre otros, el terciopelo. Los tapones también son un elemento más para distinguirse del resto y encontramos algunos que tienen espectaculares formas de animales, por ejemplo.
Terminamos este artículo hablando de nuestro tema favorito: la sostenibilidad. Actualmente el sector de la perfumería está más concienciado con el medio ambiente y muestra de ellos es que cada vez más, se utilizan métodos de extracción y procesos de fabricación más respetuosos. Esta preocupación se extiende a todos los elementos del perfume, incluido el packaging que aumenta su apuesta por envases reciclados, reutilizables y reciclables con la intención de reducir los residuos.
Hasta aquí ha llegado nuestro viaje desde la antigüedad hasta la actualidad. Ahora nos toca mirar hacia delante; seguiremos manteniéndote al día de todas las novedades del apasionante mundo de la perfumería.